Queríamos comunicar el cambio de la identidad visual y la renovación de la web corporativa. Dramatizamos la situación; algo muere, algo nace. Finalmente enviamos unas láminas numeradas y serigrafiadas por nosotros.
La cuenta atrás de nuestras vidas había comenzado.
Nuestra pequeña máquina casera de serigrafiar daba vida a los tarjetones que anunciaban nuestra muerte.
Las 3 siluetas se desfiguraban a cada paso 6/75, 7/75, 8/75. Lejos de sentir tristeza, una sensación de alegría, casi euforia, recorría nuestros cuerpos.
– ¿No podemos matarnos más deprisa?
– No, esta máquina es así. Es delicada y requiere mimo. No la puedo forzar más.
Esperábamos el ansiado final, lo deseábamos con toda el alma. 61/75, 62/75, 63/75.
Las 3 figuras fijas serían eliminadas del logo. Sólo quedaría nuestro nombre y un ejército de figuras dispuestas a formar parte de nuestra identidad cuando el azar así lo dispusiera.
La nueva web también llegaría con ellos.
75/75. Estamos muertos. ¡Viva!.
Trabajando para la agencia Dosdecadatres. Trabajo desempeñado: Concepto y copy.